José Eustasio Rivera
(Rivera, 1888 - Nueva York,
1928)
Escritor colombiano autor de la novela La vorágine (1924),
considerada un clásico de la literatura hispanoamericana. Hasta la llegada
de La vorágine, la literatura
colombiana sólo tenía en la María de
Jorge Isaac (1867) una obra de indiscutible altura universal. José Eustasio
Rivera logró en esta narración desembarazar la novela nacional del localismo
detallista propio del costumbrismo y, con original expresión, supo plasmar a
través de la tragedia de Arturo Coba la enconada lucha del hombre con la
naturaleza.
José
Eustasio Rivera nació en el pequeño pueblo de San Mateo, hoy Rivera (Huila), el
19 de febrero de 1888, en el seno de una familia dedicada a las labores del
campo y con aguerridos antepasados huilenses; su padre, don Eustasio Rivera,
era hermano de los generales conservadores Pedro, Napoleón y Toribio Rivera,
quienes desempeñaron importantes cargos en la administración, el Congreso y el
campo educativo. Casado con Catalina Salas, el matrimonio tuvo once hijos.
Rivera
hizo sus primeros estudios en Neiva, primero en el colegio de Santa Librada y
posteriormente en el de San Luis Gonzaga, mostrando tempranamente su
inclinación por las letras. Influido por las corrientes románticas y
modernistas, ya desde sus primeros poemas reveló su inquietud por la
naturaleza. Dice en "Gloria", por ejemplo: "yo llevo el cielo en
mí..." o "yo llevo la cascada que en oscura selva se rompe; y he
amoldado a mi cráneo la llanura y se ha encerrado en él la cordillera".
A
través de su identificación con la geografía nacional, José Eustasio Rivera
logró una poesía llena de emoción, sin pertenecer a los movimientos de su época
como los Nuevos, ni a la acartonada generación centenarista. Otros de estos
poemas escritos entre 1906 y 1909 son "Tocando diana", "En el
ara", "Dúo de flautas", "Triste", "Aurora
boreal" y "Diva, la virgen muerta". La visión de la naturaleza
le sirvió para interpretar y fortalecer su propia personalidad. Pero no se
quedaría en la mera descripción del entorno, sino que, tanto en esta primera
obra como en poesías posteriores y en su prosa, expresó su sentido trágico de
la existencia humana, de lo fugaz y limitado de la vida.
En
1906 viajó a Bogotá para ingresar, becado, en la Escuela Normal. Tres años más
tarde se desempeñó como inspector escolar. En los Juegos Florales de Tunja, en
los que se conmemoraba el centenario del grito de Independencia, Rivera obtuvo
el segundo lugar con poemas de corte épico, muy influidos por la poética
de Miguel Antonio Caro: la "Oda a España" fue publicada
en septiembre de 1910 por El
Tropical de Ibagué. Regresó a Bogotá donde, para mantenerse,
trabajó en el Ministerio de Gobierno, mientras estudiaba en la Facultad de
Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Nacional, graduándose en 1917
con la tesis Liquidación de las
herencias. De ese entonces data su drama teatral Juan Gil. Pocos meses después de
egresado, le fue ofrecida desde Neiva una curul en la Cámara de Representantes,
que Rivera aceptó. Pronto un telegrama del obispo de Garzón, Esteban Rojas,
pidiéndole la renuncia "por el bien de la unidad católica", hizo que
el escritor exclamara: "Me barrieron de un sotanazo".
El primer contacto de José
Eustasio Rivera con los Llanos Orientales tuvo lugar en enero de 1916. El
segundo fue en abril de 1918, cuando, en función de su profesión de abogado,
viajó en bongó por el río Meta hasta la hacienda Mata de Palma, estadía que
duró hasta el mes de febrero de 1920 y durante la que hizo amistad con Luis
Franco Zapata, figura clave en la génesis de La
vorágine. En 1912 Luis Franco Zapata se había escapado con Alicia
Hernández Carranza desde Bogotá, donde ella trabajaba como empleada de una
tienda. Juntos llegaron al fondo de la Amazonia, entre Colombia y Venezuela, y
se instalaron en las caucharías del Brazo Casiquiare, cerca de Brasil.
En 1918, en Orocué, Luis
Franco Zapata le contó todas sus historias a Rivera, desde las más íntimas
hasta las de índole social, sin excluir las mitológicas, las de aventuras y las
de sangre. "La mayor parte de los personajes de La vorágine (afirma Isaías Peña
Gutiérrez) surgieron de los relatos de Luis Franco Zapata, incluidos los
nombres, que poco variaron." Cerca de Orocué, Rivera tuvo un segundo
ataque de cefalea que se repitió en Sogamoso en 1919 y, de regreso a Orocué,
sufrió las fiebres del paludismo, que le curaron Luis Franco y Alicia.
Escritor colombiano autor de la novela La vorágine (1924),
considerada un clásico de la literatura hispanoamericana. Hasta la llegada
de La vorágine, la literatura
colombiana sólo tenía en la María de
Jorge Isaac (1867) una obra de indiscutible altura universal. José Eustasio
Rivera logró en esta narración desembarazar la novela nacional del localismo
detallista propio del costumbrismo y, con original expresión, supo plasmar a
través de la tragedia de Arturo Coba la enconada lucha del hombre con la
naturaleza.
José
Eustasio Rivera nació en el pequeño pueblo de San Mateo, hoy Rivera (Huila), el
19 de febrero de 1888, en el seno de una familia dedicada a las labores del
campo y con aguerridos antepasados huilenses; su padre, don Eustasio Rivera,
era hermano de los generales conservadores Pedro, Napoleón y Toribio Rivera,
quienes desempeñaron importantes cargos en la administración, el Congreso y el
campo educativo. Casado con Catalina Salas, el matrimonio tuvo once hijos.
Rivera
hizo sus primeros estudios en Neiva, primero en el colegio de Santa Librada y
posteriormente en el de San Luis Gonzaga, mostrando tempranamente su
inclinación por las letras. Influido por las corrientes románticas y
modernistas, ya desde sus primeros poemas reveló su inquietud por la
naturaleza. Dice en "Gloria", por ejemplo: "yo llevo el cielo en
mí..." o "yo llevo la cascada que en oscura selva se rompe; y he
amoldado a mi cráneo la llanura y se ha encerrado en él la cordillera".
A
través de su identificación con la geografía nacional, José Eustasio Rivera
logró una poesía llena de emoción, sin pertenecer a los movimientos de su época
como los Nuevos, ni a la acartonada generación centenarista. Otros de estos
poemas escritos entre 1906 y 1909 son "Tocando diana", "En el
ara", "Dúo de flautas", "Triste", "Aurora boreal"
y "Diva, la virgen muerta". La visión de la naturaleza le sirvió para
interpretar y fortalecer su propia personalidad. Pero no se quedaría en la mera
descripción del entorno, sino que, tanto en esta primera obra como en poesías
posteriores y en su prosa, expresó su sentido trágico de la existencia humana,
de lo fugaz y limitado de la vida.
En
1906 viajó a Bogotá para ingresar, becado, en la Escuela Normal. Tres años más
tarde se desempeñó como inspector escolar. En los Juegos Florales de Tunja, en
los que se conmemoraba el centenario del grito de Independencia, Rivera obtuvo
el segundo lugar con poemas de corte épico, muy influidos por la poética
de Miguel Antonio Caro: la "Oda a España" fue publicada
en septiembre de 1910 por El
Tropical de Ibagué. Regresó a Bogotá donde, para mantenerse,
trabajó en el Ministerio de Gobierno, mientras estudiaba en la Facultad de
Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Nacional, graduándose en 1917
con la tesis Liquidación de las
herencias. De ese entonces data su drama teatral Juan Gil. Pocos meses después de
egresado, le fue ofrecida desde Neiva una curul en la Cámara de Representantes,
que Rivera aceptó. Pronto un telegrama del obispo de Garzón, Esteban Rojas,
pidiéndole la renuncia "por el bien de la unidad católica", hizo que
el escritor exclamara: "Me barrieron de un sotanazo".
El primer contacto de José
Eustasio Rivera con los Llanos Orientales tuvo lugar en enero de 1916. El
segundo fue en abril de 1918, cuando, en función de su profesión de abogado,
viajó en bongó por el río Meta hasta la hacienda Mata de Palma, estadía que
duró hasta el mes de febrero de 1920 y durante la que hizo amistad con Luis
Franco Zapata, figura clave en la génesis de La
vorágine. En 1912 Luis Franco Zapata se había escapado con Alicia
Hernández Carranza desde Bogotá, donde ella trabajaba como empleada de una
tienda. Juntos llegaron al fondo de la Amazonia, entre Colombia y Venezuela, y
se instalaron en las caucharías del Brazo Casiquiare, cerca de Brasil.
En 1918, en Orocué, Luis
Franco Zapata le contó todas sus historias a Rivera, desde las más íntimas
hasta las de índole social, sin excluir las mitológicas, las de aventuras y las
de sangre. "La mayor parte de los personajes de La vorágine (afirma Isaías Peña
Gutiérrez) surgieron de los relatos de Luis Franco Zapata, incluidos los
nombres, que poco variaron." Cerca de Orocué, Rivera tuvo un segundo
ataque de cefalea que se repitió en Sogamoso en 1919 y, de regreso a Orocué,
sufrió las fiebres del paludismo, que le curaron Luis Franco y Alicia.
Gustavo Álvarez Gardeazábal
(Tuluá, Valle del Cauca, 1945)
Narrador y ensayista
colombiano. Vivió su infancia en un hogar católico y rígido, si bien su madre
era de ideas liberales. Ideológicamente se adscribió en su juventud al
conservadurismo del aspirante a la presidencia Belisario Betancur, en cuya campaña electoral tomó parte
activa mientras concluía sus estudios en la Universidad del Valle, donde se
licenció en Letras con una tesis sobre La
novelística de la violencia en Colombia (1970). Posteriormente iría
acercándose a partidos de signo liberal. Profesor durante años en la
Universidad del Valle, por su trayectoria literaria fue becario de la Fundación
Guggenheim en 1984, y ha sido dos veces gobernador del Valle del Cauca por
elección popular.
Destacada figura de la
generación posterior a la de García Márquez, consagrada por el «Boom» de los años 60, su
obra se caracteriza por su gran fuerza descriptiva y su estilo directo y
carente de casticismo retórico. Sus palabras desnudas y escuetas muestran la
realidad de las cosas y los vicios que corrompen a la sociedad colombiana,
rasgo que lo ha convertido en uno de los autores preferidos del público.
El
universo de su narrativa se centra en su tierra natal, con ramificaciones al
Valle del Cauca, y sus temas recurrentes son la extensión de la violencia
indiscriminada, la superchería milagrera en que se sustenta el conservadurismo
religioso hispanoamericano, el poder omnímodo de los grandes terratenientes,
las nuevas bolsas de riqueza generadas por la expansión del narcotráfico, la
corrupción generada por el sistema caciquil de los gamonales y las crisis
ideológicas de los sectores progresistas.
Gustavo Álvarez Gardeazábal ha
sido premiado en España por sus cuentos "Ana María Torrentes",
"Donaldo Arrieta" y "El día que volvió León María", así
como en Cuba por el libro Cuentos
del parque Boyacá (1978, premio Casa de las Américas). De sus nueve
novelas, cuatro han sido galardonadas. De entre ellas, Cóndores no entierran todos los días (1976)
es quizá su obra más importante; recibió el premio Manacor de España en 1974 y
fue elogiada por Miguel Ángel Asturias. Las restantes son La boba y el buda (1972),
premio Ciudad de Salamanca 1970; Dabeiba (1972),
segundo premio Nadal en 1972, y Los
míos (1982), segundo premio Plaza y Janes 1981. En 1977
publicó El titiritero.
Álvaro Cepeda
Samudio
(1926-1972)
Escritor y periodista colombiano. Nació en Ciénaga
(Magdalena) el 30 de marzo de 1926 y murió en Nueva York el 12 de octubre de
1972. Realizó sus estudios secundarios en el Colegio Americano de Barranquilla
y los de periodismo en la neoyorkina Universidad de Columbia, gracias a una
beca que le concedió la Gobernación del Atlántico. Al regresar a su patria
natal, se vinculó como corresponsal del The Sporting News de Saint Louis (Missouri), considerado en
aquella época como el diario más influyente del mundo en el deporte del
béisbol. Además, colaboró en El
Nacional, El Heraldo,
en el Diario del Caribe y
en la revista Crónica,
además de participar en el Grupo de Barranquilla y ser un apasionado por el deporte, el cine y
la literatura española. Como guionista y actor, Cepeda Samudio participó en el
cortometraje La langosta azul,
en algunas otras películas cortas y en un noticiero de cine. Participó en la
organización del evento Cine
Club de Barranquilla. Una de sus principales obras es La casa grande (1962), novela
narrativa que cuenta la matanza de los peones en la zona bananera en 1928.
Además, escribió el cuento Todos
estábamos a la espera (1954) y En el margen de la ruta (obra póstuma de 1985).
Germán Castro Caicedo
(Germán
Castro Caicedo o Caicedo; Zipaquirá, Cundinamarca, 1940)
Periodista y escritor colombiano. Sus escritos
se caracterizan por sus manifestaciones testimoniales sobre la realidad colombiana.
Con su programa televisivo "Enviado Espacial" (emitido durante
dieciséis años), se convirtió en el primer periodista que dirigió y presentó el
primer espacio periodístico de la televisión colombiana que se realizó fuera de
los estudios, con temáticas profundas y de denuncia.
Desde
1962 estuvo vinculado a los medios de comunicación, donde destacó como
corresponsal, reportero y cronista, con gran capacidad de investigación,
sensibilidad social e interés por mostrar y analizar diferentes facetas. Se
inició en el periodismo como enviado especial de la revista El Ruedo de Madrid
(1962), como redactor del diario La República de Santafé de Bogotá (1966) y
como reportero y cronista en el diario El Tiempo (1967).
A lo largo de su trayectoria
fue galardonado con diez premios nacionales de periodismo y algunos
internacionales, como el SIP-Mergenthaler (de la Sociedad Interamericana de
Prensa) y el gran premio al reportaje de testimonio de la bienal de la
televisión de Berlín Prix Futura. Considerado junto con Plinio Apuleyo Mendoza una de las principales figuras del
periodismo colombiano más reciente, su primer libro, Colombia amarga (1976),
marcó el nacimiento de un riguroso prosista que un cuarto de siglo después
había publicado catorce títulos; nueve de ellos fueron reunidos en tres tomos
de Obras Completas (1997, 1999
y 2000).
Entre sus obras, algunas de
ellas traducidas a diversos idiomas, destacan Perdido
en el Amazonas (1978), Del
ELN al M-19, once años de lucha guerrillera (1980), Mi alma se la dejo al diablo (1982), El Karina (1985), El hueco (1989), El cachalandrán amarillo (1989), El huracán (1991), y La bruja (1994).
A estos títulos cabe
agregar En Secreto (1996), El Alcaraván (1996), La noche de las lanzas (1999)
y Candelaria (2000), en los
que el autor se encamina ya hacia una literatura puramente narrativa.
Posteriormente emitió por televisión su programa "Temas y Tomas", que
vino a sustituir a "Enviado Especial".
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